Las estructuras neumáticas son todas aquellas cuya forma y estabilidad están determinadas por la presión de algún fluido. Algunos de los antecedentes más importantes de las estructuras neumáticas son los globos aerostáticos, dirigibles, y por supuesto el neumático.
Este tipo de estructuras incursionan en el campo de la técnica constructiva cuando dan forma a recintos temporales a base de aire presurizado, es decir, casas de campaña, almacenes y todo tipo de albergues inflables, cuya ventaja sobre otros sistemas constructivos radica en la gran rapidez de montaje y portabilidad. No obstante, que la primera patente sobre este tipo de estructuras esta registrada en 1917, por el ingeniero inglés Frederic William Lanchester, no es sino años más tarde, después de su muerte, cuando hay aplicaciones formales de su idea.
El desarrollo inminente de este tipo de estructuras dio paso al primer Coloquio Internacional de Estructuras Neumáticas celebrado en Sttutgart, Alemania, en 1967. A partir de entonces se realizaron una serie de encuentros internacionales donde se presentaron ideas innovadoras aplicadas principalmente a la arquitectura, pero la ingeniería civil no quedó exenta de las aplicaciones de estas estructuras neumáticas y se presentaron alternativas interesantes en cimbras, puentes, represas, edificaciones, etc.
Actualmente, las estructuras neumáticas van más allá de lo convencional, al proponerlas como elemento estructural en ingeniería, o como sistema de aterrizaje en una misión espacial. Hay quienes incluso las considera como pilares de la futura ingeniería civil.
“El hombre siempre ha construido edificios móviles - en parte porque los necesitaba y en parte porque simplemente estaba interesado en este tipo de construcción. Construir con aire, el más natural de los materiales, es un reto especial, ya que para resistir las cargas se utilizan componentes hinchados con aire en lugar de los componentes rígidos usuales. “
Los edificios soportados por aire son construcciones neumáticas que aparecieron en Alemania en la década de los 50 y 60.
El interior tiene una ligera sobrepresión que hace estirarse a la membrana formando así el interior del edificio. Cerca de la entrada, se utilizan cierres de aire para mantener la presión cuando se abre una puerta.
Una gran ventaja de estos edificios es que pueden levantarse de forma muy económica y utilizarse como almacenes, salas de recepción o pabellones deportivos. No obstante, son sensibles a las cargas del viento y la nieve.
Uno de los más representativos sería Jean Paul Jungmann, profesor de la Escuela de Arquitectura de La Villette en Paris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario