Este proyecto de un museo en Polonia es, literalmente, un aumento del espesor de la distancia entre los vidrios de una ventana, hasta que se convierte en un espacio habitable de unos metros.
Al aumentar la distancia entre los vidrios mejora el aislamiento reduciendo el coeficiente térmico de transmisión, K (W/m2.K). Con esta estrategia se consigue pasar de K:5,6 a K:2. Capa tras capa se mejora el coeficiente térmico ofreciendo estancias con distintas luminosidades y grandientes de temperatura.
De acuerdo con el tipo de actividad y la temporada, vamos a escoger una que otra capa, más caliente o más en el norte, más constante en su temperatura o más luminosa. La arquitectura se encuentra aquí, en su propio idioma y en las necesidades energéticas relacionadas con el desarrollo sostenible, los medios para crear espacios interpretables y libremente abierto a los comportamientos y las funciones futuras.
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